La policía encontró unas cartas, que nunca habían sido enviadas como única evidencia de lo que pudo haber pasado con Andrés después de su desaparición. A los seis meses de investigación se cerró el caso por falta de pruebas y pistas para continuar, además de que nunca nadie reclamo que siguieran con las averiguaciones.
Andrés era un tipo de unos 33 años apróximadamente. Llevaba una vida completamente rutinaria. Desde que era pequeño siempre hacia lo que debía y lo que los mayores le decían. Asistía a la escuela y sacaba calificaciones normales, era callado y tenía pocos amigos. Nunca destacó en nada, ni bueno ni malo. Cuando terminó la escuela fue a la universidad y estudió administración de empresas, más tarde tuvo un trabajo al que asistía de traje. Usaba colores dentro de la escala del gris. Tenía un buen sueldo que le alcanzaba para vivir con algunos lujos. No soñaba con mas.
Andrés nunca se había enamorado, ni tenía un especial interés en las mujeres. Creía que no había nacido para esas cosas y así era feliz. Hasta que conoció a la persona que cambió su vida radicalmente.
Andrés, estaba en el área de comida rápida en un centro comercial cercano a su oficina. Se acercó una mujer para pedirle, que si podía compartir su mesa, pues todas las demás estaban llenas. Aceptó. La mujer, Daniela, era linda pero nada fuera de lo común. Lo que motivó a Andrés, que normalmente era muy tímido, a pedirle su teléfono fueron su carisma y su sonrisa. No platicaron mucho ese tiempo pero se cayeron bien y los dos sintieron algo raro en el aire. Andrés tuvo su teléfono y al día siguiente le habló. Otra vez compartieron mesa y salieron algunas semanas.
Él creía que era tiempo de formalizar. Organizó una cena en su casa para los dos. Velas, música, flores y todo lo que involucra una cena romántica. Comieron, tomaron vino y platicaron. Llegaron al momento que Andrés creía conveniente para pedirle a Daniela que fuera su novia.
Daniela no aceptó, dijo que no estaba preparada para formalizar y que tenía planes en los que no había alguien más involucrado, que lo mejor sería que se separaran. Se despidieron y después de esa noche nunca se volvieron a ver. Él no estaba de acuerdo con la forma en la que pensaban las mujeres modernas.
Andrés quedó destrozado, en poco tiempo se había enamorado con una fuerza que equivalía a todas las veces en su vida que no lo hizo. En verdad creía que podría llegar lejos con esa mujer y por única vez en su vida vio a alguien con quien compartir todo. Sus planes e ilusiones que forjó en días, para el resto de su vida se habían derrumbado.
Nunca volvió a la normalidad. Perdió todo el sentido de su rutina, no le importaba lo que comía ni lo que hacía. Cuando iba al trabajo se dedicaba a escribir enormes cartas para Daniela dudando mandarlas, las llevaba a su casa y ahí las releía varias veces, nunca las envió.
Lo despidieron del trabajo. Ese mismo día tomo la decisión. Con algunos ahorros compro un boleto de avión, en efectivo, con destino a una isla del Caribe, donde solo habitaban nativos que aún tenían costumbres rudimentarias. Andrés dejó todas sus pertenencias en su casa y no le aviso a nadie sobre su partida. En la isla se unió a los nativos y vivió como uno de ellos, realizaba trabajos de pesca.
Tomó como compañera a una muchacha mucho mas joven que él. Trató de reflejar todas las características de Daniela en ella, pero la verdad, eran muy diferentes, nunca lo logró por lo que tampoco llegó a quererla. No quería arruinar la vida de la joven por lo que le aconsejo que buscara el amor.
Andrés ahora se hace viejo y esta solo. Disfruta mucho la vida sencilla y sin comodidades en la isla. Más de lo que jamás lo hubiera hecho rodeado de cosas materiales.
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Muy buen personaje! Aunque le dudo al final, tal vez puedas pensar en uno alternativo jeje.
ResponderEliminarPor cierto, qué bueno que tú sí posteas jajaja.